Las personas mayores LGTBIQ+ han sido protagonistas de algunas de las luchas más importantes por los derechos civiles en las últimas décadas. Sin embargo, a pesar de los avances logrados en muchos países, siguen enfrentándose a discriminación, invisibilización y precariedad en su vejez.
En España, organizaciones como la Fundación 26 de Diciembre trabajan para garantizar que estas personas puedan envejecer con dignidad, respeto y el reconocimiento que merecen.
Un pasado de represión y supervivencia
Para comprender la realidad de las personas mayores LGTBIQ+ en la actualidad, es necesario mirar al pasado. En España, muchas de estas personas crecieron y vivieron su juventud en un contexto hostil. Durante la dictadura franquista (1939-1975), la homosexualidad y la diversidad de género eran reprimidas con dureza. La Ley de Vagos y Maleantes (1954) y posteriormente la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social (1970) permitieron la persecución y encarcelamiento de personas homosexuales.
Incluso tras la llegada de la democracia, la sociedad tardó en aceptar plenamente la diversidad sexual y de género. Las primeras manifestaciones del Orgullo LGTBIQ+ en España en los años 70 y 80 fueron duramente reprimidas por la policía. Muchos de los derechos que hoy parecen básicos, como el matrimonio igualitario (aprobado en 2005) o la autodeterminación de género (reconocida en 2023 con la Ley Trans), fueron fruto de largas luchas en las que estas personas jugaron un papel fundamental.
Sin embargo, pese a haber sido pioneras en la defensa de los derechos LGTBIQ+, muchas de estas personas llegan a la vejez en condiciones precarias, con escasos recursos y sin redes de apoyo, ya que durante muchos años no pudieron formar familias reconocidas legalmente o fueron rechazadas por las suyas.
Envejecer siendo LGTBIQ+
La vejez es una etapa en la que el apoyo familiar y social resulta crucial. Sin embargo, para muchas personas mayores LGTBIQ+, esta etapa llega con dificultades adicionales: soledad, aislamiento, discriminación en residencias y servicios de salud, invisibilización en políticas públicas...
Según estudios recientes, las personas mayores LGTBIQ+ tienen más probabilidades de vivir solas en comparación con la población general. Muchas han sido expulsadas de sus entornos familiares o han vivido ocultando su orientación o identidad de género. Esto puede generar problemas de salud mental, depresión y una sensación de exclusión.
En España, aunque la legislación protege contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género, la realidad es que en muchas residencias y centros de salud persisten prejuicios. No podemos quedarnos dormidos, tenemos que seguir reivindicando la diversidad. Algunas personas mayores LGTBIQ+ temen volver al "armario" en estos espacios por miedo a recibir un trato hostil o discriminatorio por parte de otros residentes o del personal.
A pesar de que la comunidad LGTBIQ+ ha avanzado en términos de derechos, las políticas públicas siguen enfocadas mayoritariamente en los jóvenes, dejando de lado a las personas mayores. Faltan programas específicos que aborden sus necesidades en cuanto a vivienda, cuidados y acompañamiento social.
Muchas de las personas mayores LGTBIQ+ no han tenido las mismas oportunidades laborales que el resto de la población debido a décadas de discriminación. Esto se traduce en pensiones más bajas y mayor riesgo de pobreza en la vejez. Además, las personas trans mayores se enfrentan a un desafío adicional, ya que muchas no han cotizado lo suficiente debido a la marginación laboral que han sufrido a lo largo de su vida.
Fundación 26 de Diciembre
La fundación se formó en 2010 en España con el objetivo de atender y dar visibilidad a las personas mayores LGTBIQ+. Su labor se centra en el acompañamiento, la defensa de derechos y la creación de espacios seguros para quienes han vivido en contextos de discriminación y exclusión a lo largo de su vida.
La Fundación 26 de Diciembre toma su nombre en homenaje al 26 de diciembre de 1978, fecha en la que se despenalizó la homosexualidad en España con la reforma de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Esta ley, que había sido utilizada durante la dictadura franquista para perseguir y encarcelar a personas homosexuales, dejó de aplicarse a partir de esa fecha, marcando un paso importante en la lucha por los derechos del colectivo LGTBIQ+.
La asociación ofrece espacios seguros donde las personas mayores pueden compartir experiencias, socializar y acceder a recursos de bienestar. También trabajan en la creación de programas de voluntariado para combatir la soledad no deseada. Luchan para garantizar que las residencias y centros de salud sean espacios inclusivos y respetuosos con la diversidad. Esto incluye formación a profesionales y la elaboración de protocolos específicos para la atención a personas mayores LGTBIQ+.
Muchas de estas personas han sido protagonistas de la lucha por los derechos LGTBIQ+, pero sus historias siguen siendo desconocidas para gran parte de la sociedad. La Fundacion 26 de Diciembre trabaja para visibilizar sus relatos y reconocer su contribución.
Una de las iniciativas más innovadoras es la creación de viviendas colaborativas y residencias LGTBIQ+ inclusivas, donde las personas mayores puedan envejecer en un entorno libre de discriminación.
Conoce más de esta fundación en su web Fundación 26 de Diciembre
Aguilas Diversa por un futuro con más inclusión y respeto

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas y colectivos que trabajan día a día por los derechos de las personas mayores LGTBIQ+, garantizando que ninguna historia quede en el olvido y que todas las vidas sean vividas con dignidad y orgullo. En particular, desde Águilas Diversa, queremos reconocer la labor imprescindible de la Fundación 26 de Diciembre, una entidad que no solo representa y visibiliza a quienes han abierto camino con su lucha, sino que también nos enseña la importancia de la memoria, la justicia y el acompañamiento. Su trabajo es un faro de esperanza y un recordatorio de que el activismo no tiene edad, y que seguimos teniendo mucho que aprender de quienes nos precedieron. Gracias por vuestra entrega, por vuestra valentía y por construir un futuro más inclusivo para todas las generaciones.
El envejecimiento de la población es un desafío global, y dentro de este fenómeno, es imprescindible garantizar que las personas mayores LGTBIQ+ no queden en el olvido. Las nuevas generaciones LGTBIQ+ deben reconocer el camino recorrido por quienes hoy son mayores, y trabajar en solidaridad para que la vejez no sea sinónimo de soledad o discriminación.
Ser mayor y ser LGTBIQ+ no debería ser un obstáculo para vivir con orgullo.